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Museo de Arte Abstracto Español

Creación

 

El inicio de la capital conquense como ciudad de artistas y pintores innovadores fue la llegada del pintor filipino Fernando Zóbel. Licenciado en Filosofía y Letras en Harvard, en 1955 empezó a viajar por España y a interesarse por el entonces aún incipiente trabajo de los artistas abstractos. Adquirió varias obras, siendo el primer comprador de muchos de estos artistas, hasta atesorar una considerable e interesante colección de obras abstractas. Se vio entonces en la necesidad de mostrarlas al público, y por tanto de buscar el lugar idóneo para instalar una galería.

“Si el período de la transición democrática, es decir, el comprendido entre la proclamación de la monarquía y el primer gobierno socialista (...) fue una época culturalmente errática en la que se gesta , sin embargo, la sustitución del aparato mediático estatal por otro privado y teóricamente independiente de las fuerzas políticas, el que se abre a continuación y que culmina en los fastos del 92 (Exposición Universal de Sevilla y Juegos Olímpicos de Barcelona) es el de la gran expansión y concentración mediática. (...) También la actividad coleccionista conoce un súbito y espectacular impulso tanto en su vertiente institucional con la creación de colecciones de arte contemporáneo de rango nacional, autonómico e incluso municipal, como en la del coleccionismo privado pero, sobre todo, en el de las grandes corporaciones. (...) Semejante situación de solicitud comercial y mediática con respecto al arte tuvo sobre la creación un efecto fulminante. Una constelación de nuevos nombres se apodera de la escena artística, el caché de los artistas tan noveles que, en ocasiones, ni siquiera han concluido sus estudios, se dispara y una oleada de snobismo y glamour lo envuelve todo.”

(Referencia: Juan Pablo Wert Ortega en Memoria y modernidad. Arte y artistas del siglo XX en Castilla- la Mancha)

Fernando Zóbel

(Fuente: Fundación Juan March)

Gustavo Torner en 2015

(Foto de Claudio Álvarez extraída de El País)

En este contexto, proliferan las iniciativas de promocionar el nuevo arte español a nivel internacional, con la ilusión añadida por salir de la oscura etapa anterior y empezar una nueva era, el camino hacia la modernidad, hacia el movimiento vanguardista neoyorquino.

 

Llegado a Cuenca en 1961, Zóbel trabó una especial amistad con Gustavo Torner y Gerardo Rueda, con quienes acudía habitualmente a exposiciones en París, Venecia, Basilea, Múnich o en la Tate Gallery de Londres. Se empapaban así de las tendencias vanguardistas que se gestaban en Europa, sirviéndoles de inspiración para desarrollar sus propios proyectos comunes. A ellos les expuso esa inquietud por encontrar un lugar donde exponer su proliferante colección de obras. Tras algunos viajes infructuosos a Toledo, fue Torner, conquense y emparentado con el entonces alcalde Rodrigo Lozano de la Fuente, quien le propondría a Zóbel exponer su colección en unas viejas casas medievales de la parte alta de Cuenca, que estaban en proceso de rehabilitación y no tenían destino fijo.

 

Las Casas Colgadas de Cuenca constituyen una de las arquitecturas más singulares del patrimonio histórico europeo. Moradas desde 1481 por el clérigo Gonzalo González de Cañamares y sus descendientes, las ramas colaterales de los Hernández de Chinchilla y los Girón, han estado generalmente moradas por personalidades relevantes en el tejido social conquense, hasta principios del siglo XX, cuando debido a su precario estado dejan de ser habitables y son adquiridas por el Ayuntamiento. En esta época empieza su remodelación a manos del arquitecto Fernando Alcántara, terminando en los años 60 por Francisco León Meler y Fernando Barja.

En 1963 se llegó al acuerdo de ubicar la colección de Zóbel en el edificio central del conjunto arquitectónico, decisión que fue adoptada con buena receptividad por las autoridades municipales, que veían el proyecto como una iniciativa positiva para la apertura cultural de la ciudad. Además de la parte que aportó Zóbel de su propia colección, algunas de las obras fueron compradas a nuevos artistas y otras provienen de la Galería Juana Mordó, la más importante de la época en España. Zóbel sería director y organizador de contenidos, Torner asumiría la codirección, Gerardo Rueda fue conservador jefe y Antonio Lorenzo, Sempere y Fernando Nuño quedaron como asesores.

 

El 30 de junio de 1966 el Museo de Arte Abstracto Español abre sus puertas al público, recibiendo muy buenas críticas por parte de estudiosos, artistas y público en general debido a la originalidad y calidad del proyecto y el bello emplazamiento donde está situado, reseñando que la sinuosa forma del Casco Antiguo, alzado escalonadamente y formado por coloridas edificaciones, evoca el dibujo de un cuadro abstracto. La inauguración del Museo fue noticia, además de en toda la prensa nacional, en medios de todo el mundo, destacando publicaciones en New York Times, London Daily Telegraph y Gazette des Beaux Arts, dándole por primera vez a Cuenca una proyección internacional y repercusión mundial. Entre las primeras visitas de eminencias del panorama artístico del momento estuvo Alfred Barr, director del Museo de Arte Moderno de Nueva York, quien quedó tan admirado que fue nombrado Conservador Honorario.

Las Casas Colgadas antes de su restauración

(Fuente: Centro Virtual Cervantes)

“En esta presentación se recorrían las diversas tendencias abstractas, entendiendo esa categoría en un sentido muy poco dogmático: cabían desde el orden constructivista más racional de Néstor Basterrechea hasta el expresionismo figurativo de Saura, pasando por personalidades líricas, como la que encarnaba el propio Zóbel, grandes coloristas como Guerrero, amantes del negro como Lucio Muñoz, cultivadores de la caligrafía como Mompó o de un materialismo radical, como era el caso de Millares o Tàpies.”

(Referencia: catálogo de la Fundación Juan March de 2006)


Entre mayo y octubre de 1977 se realizaron las obras de ampliación del museo, triplicando su espacio original y permitiendo la inclusión de obra nueva, la creación de una biblioteca especializada y el depósito de más archivos. De cuarenta y seis obras expuestas, pasaron a exponerse ciento diez.

Las Casas Colgadas en la actualidad

Inauguración del museo, en 1966. Mesón Casas Colgadas.

(Foto de Fernando Nuño extraída de la Fundación Juan March)

Traspaso a la Fundación Juan March

 

En 1981, Fernando Zóbel cede toda la colección y la propiedad del museo a la Fundación Juan March, responsable desde entonces de su mantenimiento. En una carta escrita al entonces Alcalde de Cuenca, Andrés Moya, explica esta decisión:

 

“Veía claramente que el museo merecía vida más larga que la mía, y que debía seguir desarrollando y ampliando actividades artísticas atrevidas y por supuesto más ambiciosas que las que podían nacer de mis propias fuerzas. No me parece correcto dejar ese problema a mis herederos o a personas o instituciones para quienes puede suponer una contrariedad, por no entrar entre sus actividades o proyectos. Después de mucho estudiar el asunto con mis amigos y colaboradores nos fuimos convenciendo que el programa artístico de la Fundación Juan March coincidía bastante claramente con nuestras intenciones generales, y que por supuesto la Fundación contaba con la libertad de criterio, la organización y la fuerza económica para ampliar, enriquecer y proyectar hacia un futuro el desarrollo vital del museo. A la vez pensábamos que las colecciones del museo servirían para fortalecer y enriquecer las actividades artísticas de la Fundación. El resto puede resumirse muy brevemente. Al aceptar mi donación de la Colección de Arte Abstracto Español, la Fundación acaba de asumir la responsabilidad por el futuro del museo. Esto para mí significa tranquilidad, ilusión, esperanza, y la continuidad de esta obra en la que he vertido tanto esfuerzo, y que ha podido convertir a la ciudad de Cuenca en uno de los centros culturales más importantes de toda España.”

 

La Fundación Juan March fue creada en 1955 por el financiero español Juan March Odinas. Su actividad se centra en la promoción de la cultura artística y científica, a través de exposiciones de arte, conciertos y ciclos de conferencias. Posee tres salas de exposiciones: Una en Madrid, otra en Palma de Mallorca y el Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca. En la actualidad la dirige Manuel Fontán del Junco, cuya entrevista personal se incluye en la web del proyecto.

 

A partir de 1982, se empiezan a organizar las primeras exposiciones temporales en el Museo de Arte Abstracto, primero fuera del museo y, desde 1985, en el propio museo. El propio Fernando Zóbel siguió colaborando con las exposiciones y actividades hasta su muerte de 2 de junio de 1984.

Entre 1985 y 1994, La Fundación Juan March llevó a cabo nuevas remodelaciones y mejoras museísticas. Desde 1994 el museo cuenta con una sala para exposiciones temporales. Actualmente, con motivo del 50 aniversario de la apertura del museo, se están llevando a cabo también algunas reformas.

Relación de artistas del Museo de Arte Abstracto Español

 

  • Basterrechea, Néstor

  • Rubio Camín, Joaquín

  • Canogar, Rafael

  • Chillida, Eduardo

  • Chirino, Martín

  • Cuixart, Modest

  • Delgado, Guillermo

  • Farreras, Francisco

  • Feito, Luis

  • Gabino, Amadeo

  • Guerrero, José

  • Hernández Pijuan, Joan

  • Lopez Yturralde, Jose Mª

  • Lorenzo, Antonio

  • Manrique, César

  • Millares, Manuel

  • Mompó, Manuel H.

  • Muñoz, Lucio

  • Oteiza, Jorge

  • Palazuelo, Pablo

  • Rivera, Manuel

  • Rueda, Gerardo

  • Saura, Antonio

  • Sempere, Eusebio

  • Serrano, Pablo

  • Tàpies, Antoni

  • Teixidor, Jordi

  • Torner, Gustavo

  • Viola, Manuel

  • Zóbel, Fernando

Intervención en las Jornadas de las CAAC de Manuel Fontán del Junco, Director de Exposiciones de la Fundación Juan March y Director del Museo de Arte Abstracto Español:

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