Trabajo de Fin de Grado de Cristina Jover Navarro

Cuenca está muy ligada al mundo del arte, especialmente del arte abstracto, desde la segunda mitad del siglo XX. La pequeña capital de provincia experimentó una serie de cambios que hicieron posible la modernización de la ciudad, permitiendo su apertura tanto económica como cultural hacia el exterior. A pesar de ser tradicionalmente una ciudad pequeña, ubicada en un paraje rural irregular y con un lento crecimiento económico y demográfico, consiguió arraigar un sentimiento de anexión a las corrientes artísticas vanguardistas, a raíz de la apertura del Museo de Arte Abstracto Español en los años 60.

Desde entonces ha ido convirtiéndose progresivamente en una ciudad con un gran arraigo cultural, cristalizando en su declaración en 1996 de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, y en la apertura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla- la Mancha. En esta facultad se atesoran desde entonces gran cantidad de obras de arte físicas y audiovisuales, bien realizadas por miembros de la propia facultad o bien donadas por entidades externas, que desde hace pocos años se engloban dentro de un proyecto pionero: las Colecciones y Archivos de Arte Contemporáneo (CAAC). Se trata de una importante iniciativa desde el punto de vista artístico y patrimonial, pues supone la consolidación de Cuenca como ciudad cultural con especial linaje con el arte contemporáneo.